Un perro no es un juguete. No veo mucho la televisión, la suelo poner el día que toca plancha en casa y me he quedado sorprendida con una anuncio de una clínica dental en la que se veía como una niña miraba en un escaparate a un perro de peluche. En la siguiente toma del anuncio la cría está de cumpleaños y le regalan el perro pero de verdad, de carne y hueso. Un perro no es un juguete. El caso es que ayer leyendo el periódico vi que una mujer escribía sobre el tema -anda le ha chocado como a mi- y hoy buscando en internet he encontrado una petición en change.org “Los animales no son objetos para regalar”. Tenemos que mandar mensajes constructivos a través de los anuncios y con otros valores, ¿no creéis?
Hay un montón de perros que se abandonan que buscan familia, así que a por ellos. Llevad a vuestro niños a una perrera después de hablar mucho, hay que estar seguro del paso que vais y si lo tenéis claro, a por él. Valorad pros y contras, gastos, vacaciones, cuidaos de pelo, veterinarios, etc… Y ahora ya os dejo leer el periódico y tomaros ese desayuno. Este bizcocho es perfecto, no es muy dulce y va genial con el café, el rooibos, el té, el zumo, la leche con Cola Cao, el Nesquik o la achicoria.
Cuidaros.
Para cocinarlo he usado un molde con cono central que he engrasado previamente… El bizcocho para el desayuno lo he desmoldado sobre una rejilla grande opequeña para que atempere. Este es el resultado, rico ricoooo.
- 370 ml de leche condensada
- 90 ml de leche
- 6 huevos medianos
- 150 gr de aceite de girasol
- Ralladura de 1 limón
- Ralladura de jengibre -al gusto- yo soy generosa :D
- 400 gr de harina de repostería
- 1 sobre y medio de levadura química, cada sobre pesa 16gr
- una pizca de sal
- Azúcar glass para decorar
- Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Pon en el vaso la leche condensada, la leche y el aceite y programa velocidad 3. Ve incorporando los huevos uno a uno.
- Añade la ralladura de lima y jengibre, la harina, la levadura y la sal y mezcla 20 segundos en velocidad 4.
- Vierte en un molde con cono central y hornea a 170ºC-180ºC durante 45 minutos. Desmolda sobre una rejilla y decora al gusto o con un poco de azúcar glass.