Esta mañana estaba positiva. Esto es como una montaña rusa de emociones. A ratos ríes recordando cosas y por momentos te das cuenta de que alguien falta… Hoy me apetecía cocinar, bueno, en realidad me obligué a preparar algo para darle una sorpresa a Javi, que estos días anda bastante sobrecargado. El dulce le encanta. Primero peca y luego dice con sentimiento de culpa: “Mañana me apunto al gimnasio otra vez”.
Willy no podría probar este pastel por nada del mundo, porque es una bomba de relojería. Azúcar, azúcar y más azúcar… Desde luego no es apto para diabéticos pero sí para los muy golosones. Me lo imagino como siempre sentado en la cocina, sobre su alfombra nueva, mirando el horno y relamiéndose de vez en cuando pensando en que un desliz al sacar la bandeja del horno podría convertir ese despiste en un festín.
Siempre he compatibilizado mis experiencias en la cocina con las risas de los tres. Me resulta muy difícil separar una cosa de la otra, por eso hoy os dejo también esta foto. Es la imagen de un día cualquiera de campo, recorriendo las cañadas de la sierra madrileña. Javi llevaba la mochila con agua, sandwiches, la comida de Willy y un par de pelotas (porque una se terminaba perdiendo siempre). Estaba lleno de vitalidad, le gustaba correr pero ojo, nunca solo. Para que él jugara, nosotros teníamos que participar. Si veía que alguien del grupo se descolgaba del juego le seguía y ladraba moviendo el rabo, hasta hacerle participar. Incansable. Pelota va, pelota viene hasta el agotamiento… ¡Era un crack!
- Para el cake de limón:
- 200 gr de harina de trigo
- 100 gr de maicena
- 1 sobre de levadura química en polvo Royal o similar (16gr)
- 200 gr de azúcar blanquilla
- La piel de 2 limones sin nada de parte blanca
- 3 huevos medianos
- 160 gr de mantequilla cortada en taquitos a temperatura ambiente
- 120 gr de leche
- El zumo de un limón
- Para el glaseado de limón:
- 200 gr de azúcar glass comprado
- 30 gr de agua con zumo de limón (id probando el sabor para que no quede muy cargado)
- Para preparar el cake de limón: Pon en el vaso la harina, la maicena y la levadura y tamiza 10 segundos en velocidad 5-8. Retira y reserva en un bol.
- En le vaso vacío, pon la piel de los limones y añade al azúcar. Tritura 30 segundos en velocidad progresiva 5-10. Baja todos los restos que se hayan quedado por las paredes.
- Añade los 3 huevos y mezcla 3 minutos, 37ºC en velocidad 3.
- Incorpora la mantequilla a temperatura ambiente y mezcla otros 2 minutos en velocidad 3.
- Vierte la leche y el zumo de limón y mezcla 10 segundos en velocidad 2.
- Pon la máquina en velocidad 2 y medio y ve añadiendo la harina poco a poco hasta que esté bien mezclada. Termina de envolver con la espátula y vierte la mezcla en un molde de plumcake engrasado o forrado con papel de horno.
- Hornea unos 45 minutos a 180ºC con calor arriba y abajo. Comprueba que está listo pinchando con una bocheta, si sale limpio es que está listo. Retira a una rejilla y deja templar mientras preparamos el glaseado.
- Para el glaseado de limón: Pon en el vaso limpio el azúcar glass y el agua con zumo de limón -ajusta la intensidad de sabor del limón a tu gusto mezclando el agua con el zumo de limón-. Mezcla 10 segundos, velocidad 3, para la máquina y mezcla con la espátula para que todo se una bien. Vuelve a mezclar 10 segundos en velocidad 3. El resultado es una glasa cremosa que tiene que caer sobre el bizcocho sin ser líquida, tiene que quedar "densa", algo "gordita". Si está demasiado densa añade unas gotas de agua o limón, si queda demasiado líquida tendrás que añadir azúcar glass.
- Vierte la mezcla por el cake ya templado o frio y ya lo tenéis listo para comer.