Hace unos días, Camilo cumplió cinco meses y lleva tres en casa. Poco a poco se ha ido adaptando a nosotros y nosotros a él. Salvo un pequeño recuerdo que ha dejado en una de las sillas de la cocina (la empezó a morder porque teníamos visita y no le estábamos haciendo caso suficiente) y su fijación por las hojas de mis plantas (que las tiene fritas a bocaos), su comportamiento es ejemplar. Quizá una de las cosas más sorprendentes es su reacción cuando escucha el pitido de la Thermomix® o el reloj del horno. Salta disparado hacia la cocina… ¡Premioooo!
Bueno, en realidad hoy quería compartir con todos esta foto que le hice el día de su cumplemeses y felicitar a todos los que entendéis que la vida es mucho mejor y más divertida cuando la compartes con tu mejor amigo. Hay gente que por estas fechas, coincidiendo con las vacaciones, se deshace de su animal y lo deja tirado en cualquier cuneta. Todos tenemos una responsabilidad con nuestros bichos y nadie nos obliga a tenerlos si no queremos. ¿Qué valores transmite a los suyos quién compra un perro como si fuera un juguete y lo tira cuando ha crecido?
Por cierto, para los que estéis en Madrid y no os vayáis en agosto de vacaciones, los amigos de El Refugio siguen recogiendo firmas para su campaña #sacrifiozero. Necesitan 50.000 firmas para salvar la vida de miles y miles de animales en la Comunidad de Madrid. Están a la salida del Metro Tribunal de martes a domingo, de 19 a 24h.
Y ahora, un par de ideas para que le deis un capricho a vuestro amigo estos días. Las crackers eran las galletas favoritas del gran Willy al que no olvido ni un solo día.