Holaaaaa… ¿Qué os parece si nos metemos en la cocina? A mi me sirve para evadirme, concentrarme y disfrutar de otras cosas. Esta receta la descubrí hace años en un viaje a la Toscana. Italia es un país maravilloso y a mi me resulta además muy divertido… hace años iba con bastante frecuencia pero cuando se hizo Willy mayor, deje de salir por ahí… y ahora me he vuelto un poco vaga :DDDD Lo mejor de estas recetas, es descubrir que las recetas se repiten en otros sitios. Así que los Cantuccini los podréis encontrar en Valencia, Cataluña con otros nombres, rosegones, carquinyolis…
¿Dónde los probé por primera vez? Fue paseando por Florencia y muy cerca de uno de los restaurantes que os recomiendo –Trattoria Mario– que no se si seguirá abierta. Cerca había un mercado con multitud de productos, y ahí estaban… los Cantucci típicos de la zona que se sirven con vino dulce ‘Vin Santo’ de la Toscana… en realidad este era un vino que se usaba en misa, pero con el tiempo pasó a ponerse en las mesas como punto final a una buena comida, el caldo ideal en el que mojar los cantuccini. Un postre diferente.
¿Cómo es la masa? La masa queda muy pegajosa, pero nada que no se maneje si te aceitas las manos… yo las engraso con aceite y también la encimera. Me gusta mezclar las almendras fuera de la Thermomix® y luego hacer dos o tres bloques de masa de unos 3 cm de ancho y 1 cm de alto. Se hornean 20-25 minutos al horno, se retira y se cortan en caliente en rodajas y se hornea otro ratito más… El resultado es una galleta dura -ojo a los que tienen prótesis dentales, no es recomendable…:)- pero tranquilos, está dura si os la coméis tal cual. Mojada en vino o en café, leche… la cosa cambia.
¡Espero que los preparéis porque quedan genial! Me parece un detallazo para llevar a cualquier casa -cuando se pueda-. Ahora que nos estamos enfrentando a una pandemia tan complicada no es momento de visitas... Algo que me gustaría transmitir después de lo vivido estos meses, es que no necesitamos que un político nos diga que nos confinemos, ya vemos que no hacen nada, es muy grave. Las cifras hablan por si solas y con un poco de sentido común sabemos que lo que se está haciendo se queda muy corto. Quedaros en casa, salir lo justo, no quedéis con otros por vosotros y por vuestras familias. Limitar los encuentros, cumplid las cuarentenas…
No esperéis a que os digan lo que tenéis que hacer. Adelantaros a ellos… van siempre por detrás.
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- Para los Cantuccini:
- 200-250 g de azúcar blanquilla
- La piel de medio limón
- 300 g de harina de trigo
- 1 cucharadita de levadura química
- 1 pizca de sal
- 2 huevos M y 1 yema
- 10 g de limoncello o amaretto o licor de anis o agua -1 cucharada-
- 1 cucharadita de vainilla -opcional-
- 175 g de almendras crudas con piel o pistachos -al gusto-
- Necesitarás:
- Aceite de oliva o girasol para aceitarte las manos
- Papel de horno o sulfurizado o silpaft®
- Pon en el vaso el azúcar con la piel del medio limón y tritura 15 segundos en velocidad 10.
- Agrega la harina, la levadura química y la pizca de sal y mezcla 30 segundos en velocidad 5.
- Incorpora los huevos y la yema, el limoncello y la vainilla líquida y mezcla 30 segundos en velocidad 4. La masa es muy pegajosa, ponte aceite en las manos para trabajarla.
- Precalienta el horno a 180º con calor arriba y abajo o ventilador. Retira la masa del vaso y vierte sobre una superficie de trabajo engrasada con aceite. Agrega las almendras y mezcla para que se repartan por la masa. Haz 2 ó 3 rulos de unos 3 cm de ancho y 1 cm de alto y colócalos sobre la bandeja forrada con papel de horno. Ponlos separados porque crecerán un poco al hornearlos.
- Cocina los cantuccini 25 minutos a 180ºC. Retira del horno y en caliente y con un cuchillo afilado corta rodajas de 1,5-2cm de ancho. Vuelve a introducir al horno otros 5-8 minutos más y retira a una rejilla para enfriar. Al enfriar terminarán de endurecer y ya los puedes guardar en botes herméticos 2-3 semanas.