¿Habéis visto el anuncio ese de la televisión en el que le piden a Alexa que encienda las luces navideñas de la casa? Vale, pues una escena parecida he vivido este fin de semana. Creo que somos las primeras luces navideñas instaladas en nuestro barrio. Javi se ha adelantado unos días -como siempre- y ya ha empezado a colocar parte de los adornos, aunque me dice que el árbol lo deja para la semana que viene.
Bueno, que ayer por la tarde estaba preparando esta crema de hoy y de repente veo que las luces exteriores de Navidad se encienden y se apagan sin seguir ningún criterio lógico, vamos, que no estaban intermitentes. Alguien las estaba encendiendo pero estaba yo sola en casa con Clara y Camilo. Me asomo por la ventana y veo a Javi en la esquina de la calle con el móvil, haciendo fotos y apagando y encendiendo muestro alumbrado en remoto con la voz. Este tío está chalao, pensé.
La escena debía ser bastante cómica porque luego me dijo que una turista se paró y también le hizo fotos y videos a nuestra fachada navideña. En fin, no os creáis que termino de entender qué utilidad tiene darle instrucciones a un teléfono para que apague y encienda las luces de Navidadpero a él le ha hecho mucha ilusión, si, como buen friki tecnológico, seguro que también fue de los primeros que se compró el aparato “Alexa” que lo va petarestas navidades. Yo de momento me conformo con pedirle que me ponga música navideña para ir ambientando la casa.
Y como cada vez falta menos y voz virtual todavía no cocina -a todo se llegará- vamos con nuestra receta de hoy que es perfecta para estos días otoñales previos a las fiestas navideñas, se trata de una deliciosa crema. Me encanta el color de las hojas en esta época, la humedad del campo porque este año ha llovido bastante aquí y la sensación de llegar a casita con música tranquila y tomar algo caliente. ¡Ah! y para esta foto estreno tabla de madera de haya, tiene el borde pintado y es de Sophie Conran y estas preciosas tacitas soperas con cabeza de león de Revol® que me tienen enamorada. Pedí 2 para probar y me voy a pedir las 4 que me faltan, tamaño perfecto y muyyy elegantes. Quedan preciosas y con la vista y sabéis que también se come :D
- 700-750 g de setas variadas a tu gusto
- 50 g de aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
- 600 ml de caldo de pollo
- 500 ml de agua
- 150 g de castañas cocidas, asadas peladas o puré de castañas Cuevas®
- Piñones tostados en la sartén para servir
- Limpia las setas, retira la posible tierra que tenga y corta en cuartos.
- Vierte en el vaso el aceite y las setas, cortadas en cuartos. Salpimenta. Verás que el vaso se llena mucho pero mermarán, rehógalas en la Thermomix® programando 12-15 minutos, 120ºC o Varoma y velocidad 1. A mitad de tiempo, abre el vaso y con la ayuda de la espátula remueve el relleno. Si quieres puedes hacer este paso en una sartén.
- Añade el caldo, el agua y cocina 20 minutos, 100ºC velocidad 1.
- Incorpora las castañas cocidas o en puré y tritura durante 2 minutos en velocidad 5-10.
- Pasa los piñones por una sartén, tuéstalos y vierte una vez esté servida la crema por encima. Lista para comer.