Los recuerdos de Ro: “Mi madre en la cocina. Aquella caja normalmente era de Flanín el niño, aunque a veces usabamos el Mandarín. Ella echaba unos polvos en una taza con un poco de leche fría. Al fuego una tartera con leche. Con un tenedor removía la mezcla para que no saliesen grumos. La vertía sobre la leche caliente y removía y removía hasta que la leche subía con el hervor. En unas flaneras metálicas poníamos caramelo líquido, no recuerdo que lo hiciese ella, yo creo que mi madre lo compraba… que las madres de antes tampoco tenían tiempo para todo. Solo quedaba llenarlas con el flan y esperar a que cuajaran unas horas en la nevera”.
Los recuerdos de Javi: “He visto la caja del flanín en la encimera de la cocina y he dicho, ¡leche, los flanes de la vecina! Le he contado a Ro esta historia un millón de veces. En mi casa, teníamos una vecina bien maja que nos traía a mi hermano y a mi cuando éramos pequeños, unos postres aparentemente bien presentados. Nada más lejos de la realidad. Perforar aquellos flanes con la cuchara era como trabajar en una cantera. Duros, duros, duros….como piedras. Estoy seguro que no seguía las instrucciones de la caja porque resultaba inexplicable. La cuestión es que mi hermano mayor llegó a hacer un día una prueba de resistencia. Tiró el flan contra la pared… y en efecto, rebotó sin sufrir daño alguno. El gesto de la vecina era de agradecer pero… no sabe lo realmente bien que no pasábamos con sus flanes. (Del careto de mi madre, mejor ni hablo)”.
Cuando vi la caja en el supermercado me transporté. Ya no recordaba a que sabía y aunque no necesita elaboración, que más da. Es verano. No quiero pasar mucho rato en la cocina. En la Thermomix he puesto todo al mismo tiempo, dentro del vaso está la leche, los sobres de “Mandarín” y el azúcar que he añadido. Programo unos minutos mientras hago otras cosa por la casa y listo… para que quiero trabajar más. Nosotros si hemos seguido las instrucciones y han quedado bien blanditos. La flanera la puedes encontrar en tiendas de menaje de cocina, esta es de Claudia&Julia con descuento “Velocidadcuchara”.
- 2 sobres de "Flan chino Mandarín®"
- 120 g de azúcar blanquilla o el edulcorante que quieras
- 1 litro de leche
- Caramelo líquido
- Pon en el vaso 2 sobres de flan chino mandarín -para cada sobre se agregan 500 gr de leche-, vierte 120 g de azúcar blanquilla o usa un edulcorante a tu gusto y agrega 1 litro de leche entera, semi o desnatada. Programa 7 minutos, 100ºC, velocidad 2 y medio.
- Cubre la base de unas flaneras con caramelo líquido que puedes hacer en casa, o usa caramelo comprado. Vierte el flan en los moldes, usa un colador para quitarle los grumos que se forman. Espera a que templen un poco antes de meterlos en la nevera a cuajar. No necesitan horno. En unas horas estarán listos para comer.
Para el molde puedes usar la típica flanera de metal, de silicona, unos tarros de Le Parfait® pequeños para raciones individuales -quedan muy coquetos-, vasos pequeños, ramequines y todo lo que se te ocurra.
Para acompañar siempre se usaba la nata montada, al menos ese es el recuerdo de casa de mis padres, mis abuelos e incluso en casa de mis suegros. Algunas montañas sobre nuestros flanes hemos hecho de pequeños :D