Me chifla el pan, pero reconozco que es tan bueno el que compro los fines de semana -que es cuando más lo consumo- que no me pongo a hacerlo. Hace años empecé con mi masa madre y de aquella temporada tengo grandes recuerdos…. haré de abuela cebolleta y os contaré que hoy cuando he cogido el bote y he puesto el mismo volumen de agua y de harina integral, lo primero que he hecho ha sido sonreir.
En mi primera cocina -hace ya muchos años- había un animalillo muy listo dispuesto a entretenerse con las cosas más insospechadas. En aquella cocina alargada y estrecha -fea de narices-, en el lado derecho de la pared había un carrito para ganar espacio a la falta del mismo. Era esbelto, con 3 cestitas metálicas y una encimera de madera. Allí, en lo más alto, estaba un tarro alto de Le Parfait®de cristal que había alimentado con mimo durante días para preparar mi masa madre perfecta.
Era fin de semana y me tocaba librar. Salimos a cenar para aprovechar el único fin de semana del mes que no trabajaba. Willy -lo recordaréis- era mi 4 patas maravilloso y simpático que se pasaba el día en la cocina. Nunca me lo he pasado tan bien con un perro, era mi ojito derecho. Lo dejamos al frente de la casa. Supongo que el aburrimiento que pasó esperándonos hizo que su ingenio y su olfato de agudizara. En nuestra ausencia, trabajó como nunca. Fue sacando las cestas poco a poco, con mimo y seguro que no sin problemas. Consiguió organizarlas para que simularan una escalera y estoy segurísima que se subió, pero no calculó bien el mueble que tenía delante…
Aquel artilugio tenía ruedas… y supongo por el resultado que le jugaron una mala pasada. El movimiento de subida hizo que la masa madre se balanceara con el trabajo del animal escalando, hasta que finalmente, paso lo que os podéis imaginar. Si, se derramó. Había masa madre por el suelo, por el carro, por el cuerpo de Willy…
¿Y que pasa cuando la masa madre se te cae encima? Al principio solo notas ese olor a levadura, esto toque ácido que desprende una masa ya terminada y lista para usar, pero con el paso de los minutos y el contacto con el aire hace que esa masa cambie. La mezcla de agua y harina se reseca y se endurece, así que cuando abrimos la puerta de casa, nuestra sorpresa fue ver aquel maravilloso y avispado canino, con el rabito bajo, lloriqueando.
Le molestaban los pelos tiesos, duros, le tiraban… no pudimos ni enfadarnos. “Ah! te tira, pues ahora te fastidias! Estaba desesperado y molesto, jajajajaja… quería ponerme seria, pero no podía. Cómo le vas a regañar a un ser tan dulce que te dan tanta felicidad. Ser travieso no es nada malo.
Acabamos la aventura en la bañera a las tantas… y por eso, cuando hoy me he puesto a hacer mi masa madre, en mi cara se ha dibujado una gran sonrisa. :)
Siempre te querré Willy, eres lo más bonito que me ha pasado en la vida, aunque seas para muchos sólo “un perro”. “Willy, la estrella más brillante del cielo”
Era 2008 cuando hacía por primera vez esta masa madre de Dan Lepard de aquel “Te quedas a cenar”.Hoy empiezo de nuevo. Si quieres la hacemos juntos… más adelante le daremos uso.
- Para los 6 días de alimentación de la masa madre:
- Día 1:
- 50 g de harina integral de trigo o centeno
- 50 g de agua mineral a temperatura ambiente -o agua 1 hora reposada al aire para que no contenga cloro-.
- 2 cucharadas de yogur desnatado
- 5 pasas -opcional-
- 1 bote de cristal más alto que ancho
- Día 2:
- 50 g de harina integral de trigo o centeno
- 50 g de agua mineral a temperatura ambiente
- Día 3:
- 100 g de harina integral de trigo o centeno
- 100 g de agua mineral a temperatura ambiente
- Día 4:
- 125 g de harina integral de trigo o centeno
- 100 g de agua mineral a temperatura ambiente
- Día 5:
- 125 g de harina integral de trigo o centeno
- 100 g de agua mineral a temperatura ambiente
- Día 6:
- 125 g de harina integral de trigo o centeno
- 100 g de agua mineral a temperatura ambiente
- Dia 1: Pon en un bote 50 g de harina integral de trigo o centeno y 50 g de agua. Remueve. Añade las pasas y el yogur, remueva y deja a temperatura ambiente 24 horas. Pon la tapa encima sin cerrar o haz un agujerito en la tapa. Todos los días deberas alimentarla a la misma hora. Puedes ir marcando el tarro para ver como va a ir creciendo o ponerle una gomita para ver como cambia la masa madre.
- Día 2: Incorpora unos 50 g de harina integral de trigo o centeno y 50 g de agua. Remueve y dejar reposar 24 horas. Deja la tapa sin cerrar, solo apoyada.
- Día 3: Ya se empiezan a ver burbujas. Rellena de nuevo con 100 g de harina de trigo integral o centeno y 100 g de agua. Remueve y deja actuar 24 horas, deja la tapa solo apoyada.
- Día 4:Tira ⅔ de la mezcla y las pasas y rellena de nuevo con 125 g de harina de trigo integral o centeno y 100 g de agua. Remueve y deja actuar 24 horas, deja la tapa solo apoyada. Verás como ya se ve que crece y ya huele a levadura.
- Día 5:Tira ⅔ de la mezcla y rellena de nuevo con 125 g de harina de trigo integral o centeno y 100g de agua. En 12 horas la masa tiene que haber crecido y puede que se salga del bote. Remueve y deja actuar 24 horas, deja la tapa solo apoyada.
- Día 6: La masa está lista, pero vamos a retirar ⅔ de la misma y vamos a volver a alimentarla con 125 g de harina de trigo integral o centeno y los 100 g de agua. Remueve y deja actuar 24 horas, deja la tapa solo apoyada. Se va a salir del bote... A partir de ahora puedes alimentar tu masa madre con la harina que quieras... trigo blanca para panes blancos o integral para integrales...
- LISTA PARA USAR: Tu masa madre está lista para usar pero podemos mejorarla. Es recomendable refrescarla a partir de ahora cada 12 horas durante 1 semana para que "madure" y ya usar en tus panes y que queden perfectos. Hazlo cada 12 horas retirando parte de la masa y aumentando 50 g de harina y agua como antes.
- CÓMO CONSERVARLA: Cuando veas que crece y aumenta su tamaño -la levadura está haciendo su función- puedes adormecerla y guardarla tapada en la nevera... Debes alimentarla por lo menos cada semana.
- CONGELARLA: De esa parte que retiramos cuando ya está lista, puede ir congelando para tener siempre masa madre... luego tendrás que alimentarla como siempre.
- CÓMO REVIVIRLA: retírala de la nevera con 3 horas de antelación... usa la que necesites y alimenta de nuevo para seguir teniendo siempre masa madre. Espera que fermente y vuelve a dormirla con el frio de la nevera o déjala fuera si haces pan a diario.
La temperatura importa. Es más fácil que la masa madre funcione antes en primavera y verano, el calor hacer que esos fermentos se pongan a trabajar a lo loco. Así que si hace frio, ten paciencia porque todo irá más despacio.