Por fin parece que va a ponerse en marcha #MadridCentral, una nueva fórmula de acceso al centro de la capital con restricciones al tráfico rodado, una manera de obligar a que los que usan la ciudad para cruzarla no pasen por el centro y que los coches más contaminantes no estén y no contaminen el aire de todos. Ya sé que cada uno de nosotros tenemos una opinión de como deben ser las cosas, todas son respetables, así que me encantará leerlas si las dejáis al final de esta entrada.
Ya conocéis mis orígenes de Gallega de Marín -Pontevedra- y precisamente esta ciudad preciosa fue una de las pioneras en hacer un centro peatonal, sacar el coche de la ciudad, reducir su uso y ganar la calle. Si, es más pequeña, pero recuerdo el revuelo, los titulares que abrían los periódicos locales, las quejas de los comerciantes, de los conductores y de todo el mundo, pero ¿qué ha pasado? Pues lo que ha pasado es que el centro de Pontevedra es un sitio amable donde puedes pasear, ir de compras, donde los niños juegan en la calle y van al cole andando, los comerciantes tienen clientela que entra y sale con sus bolsas, donde hay terrazas y el 70% de los malos humos se ha esfumado, pero donde sobre todo hay vida. Disfrutó muchísimo cuando voy, las calles están más limpias, no se respiran malos humos, es una vida diferente, más saludable y sostenible y que queréis que os diga, yo esto también lo quiero aquí.
Si, estoy deseando que este proyecto se ponga en marcha, que la idea de otros alcaldes se continúe, que Madrid que es preciosa luzca más y mejor. Mis compis discuten mucho sobre esto, cada uno tiene sus ideas, es normal que la gente tenga miedo a los cambios, mirad con la ley antitabaco. Ni los bares se quedaron vacíos y los que no íbamos ahora vamos. Los cambios nos dan siempre repelús, pero no hay otra forma de avanzar.
Veremos que pasa… dentro de un año hablamos :D Como en aquel estribillo de una canción de Merche: “Abre tu mente…”. La contaminación MATA.
Ah!!! para los que entráis como yo hice muchos años desde la carretera de La Coruña, tenéis un parking disuasorio en Ciudad Universitaria, en la Avenida Complutense 14… con acceso directo a la Linea 6 de metro!!!
Y después de dejar esta reflexión/opinión en el aire -sed buenos-, os paso esta recetita… una Quiche facilísima de espinacas y queso feta que se hace en un plis… como veis en la foto he aprovechado el BlackFriday para estrenar bandejita de Emile Henry® -ya sabéis la de años que llevo siendo fan de esta marca Francesa- y el molde para pasteles donde la he hecho. Que la disfrutéis y a usar más el transporte público -siempre que se pueda-, la bicicleta, el monopatín y las piernassss… :D
- 1 masa quebrada
- 40 g de aceite de oliva virgen extra
- 1 diente de ajo
- 300 g de espinacas frescas
- Una pizca de sal
- Pimienta negra molida al gusto
- 200 g de queso feta o requesón
- 2 huevos medianos
- 125 g de yogur griego
- 40 g de piñones
- Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo o ventilador. Prepara la masa quebrada y ponla sobre tu fuente de horno. Reserva.
- Pon en el vaso el aceite con el ajo y trocea 5 segundos en velocidad 7. Sofríe 4 minutos, 120ºC o Varoma y velocidad 1.
- Pon en el vaso las espinacas -verás que se llena a tope pero mermará), la sal y la pimienta al gusto y cocina 3 minutos, 120ºC, en velocidad 1. Ayúdate de la espátula de la Thermomix® que no tropezará con las cuchillas, para remover las hojas mientras se cocinan en el vaso. Retira y escurre las hojas y ponlas encima de la masa quebrada.
- Pon en el vaso el queso feta y trocea 4 segundos en velocidad 4. Añade los huevos y el yogur griego y mezcla todo 10 segundos en velocidad 3. Vierte esta mezcla sobre las espinacas y pon encima los piñones.
- Hornea la quiche durante 30 minutos a 180ºC con calor arriba y abajo o hasta que la superficie esté doradita. Lista para comer.