Siempre es bueno tener listo un fondo de despensa que nos facilite la vida, por eso hoy he pensado en traéros una de esas recetas super prácticas. Este fin de semana no he parado de quedar con amigos, teníamos que volver a vernos después de las vacaciones para ponernos al día de lo que habíamos hecho este verano, así que entre risas y cotilleos surgieron ideas sobre cositas de cocina que espero ir plasmando en el blog. Esas cosas que a todos nos hace falta saber y que siempre te sacan de un apuro, recetas básicas y fáciles que a Ana, mi amiga neoyorkina -acaba de sacar un libro muy interesante que otro día os enseñaré, por eso está en Madrid- le parecen imprescindibles, y tiene razón. :)
Intentaré ponerme a ello en cuento empiece el frio. Por ahora estoy trabajando poco con la Thermomix, todavía me estoy adaptando al ritmo habitual de recetas, aunque he de decir, que no he parado de hacer guardias desde que volví, así que ya debo a mi cuerpo horas de sueño.
A todos los amigos que este finde han estado con nosotros, gracias por ser siempre tan cariñosos :)) (seguro que me leen, apuesto mis uñas).
- 100 gr de mantequilla
- 100 gr de harina de trigo
- Echa en el vaso la mantequilla y caliéntala 2 minutos, 100ºC, velocidad 1.
- Agrega la harina de trigo evitando que caiga en las cuchillas para que se cocine por completo y programa 7 minutos, varoma, velocidad 1.
- Retira la mezcla e introduce en cubiteras, para pasar luego al congelador y una vez congeladas, acumularlas en bolsas de congelación.
- Ligeramente espeso: entre 100-120 gr de roux congelado por litro de leche o caldo.
-Espesor medio: usa entre 130-150 gr de roux congelado por litro de líquido.
-Espesor grueso: usa entre 150-200 gr de roux congelado por litro de líquido.
*Añádelo frio al líquido caliente para que no salgan grumos.