No sé si alguna vez os conté en el blog que hace unos años Javi y yo nos compramos un limonero. Lo típico que vas al vivero a comprar plantas y no sabes como pero terminas metiendo un árbol en el coche. La cuestión es que durante mucho tiempo estuvo en una maceta en la terraza. Nunca dio un limón y los pocos frutos que nacieron nunca terminaron de madurar pero lo cierto es que siempre lució verde y lustroso.
Un verano, dejamos el riego automático puesto pero por un error de cálculo de Javi (no es que esquive responsabilidades, es que fue culpa suya) el pobre árbol se encharcó y ahí empezaron los problemas. Las hojas se empezaron a caer y lo que era un árbol verde y poblado se convirtió en dos palos sin vida. Lo dimos por muerto pero en un último intento, hace unos meses decidimos liberarlo de la maceta y plantarlo en una finca.
Durante el invierno y con las heladas, la cosa no mejoró pero hace unas semanas, ya metidos en este confinamiento, vimos asomar unos brotes minúsculos. Caras de asombro. ¿Lo mismo no se ha secado? Pues, no. No os voy a negar que estamos bastante emocionados con la evolución de este retoño. Han empezado a salir hojas y hojas y tenemos ahí asomando seis frutos muy pequeños. No creo que crezcan mucho porque las ramas son muy débiles todavía. Javi lo mima todos los días con su fertilizante, hierro, revisa los brotes… Nos quedamos horas observando el crecimiento diario de la vida. ¡Es un gustazo! Quizá de las cosas que haya tenido todo este tiempo es que he tenido más tiempo para fijarme en pequeños detalles y aprender cosas del campo de las que no tenía ni idea. Bueno, se admiten consejos para que este limonero siga su curso. Ya hemos leído que en invierno tenemos que cubrirlo para que no se quemen las ramas. Cualquier sugerencia será bien recibida. Javi dice que celebrará por todo lo alto con un mojito, el primer limón que nos de el árbol. XD.
Ahora sí, vamos con la receta del día que, inicialmente era un bizcocho y que ha terminado siendo una tarta más fresquita para estos días de calor. El primer aviso de un verano que ya está aquí. Besos.
En la imagen: Peladores de BRA® de la tienda “Cocinaconbra.com”, con descuento “velocidadcuchara”
- Para la base de galletas:
- 200 g de galletas
- 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 40 g de cacao puro Valor®
- Para el relleno de straciatella:
- 16 g de gelatina en láminas
- 100 g de leche
- 400 g de nata para montar 35,1% m.g. muy fría
- 140 g de azúcar
- 500 g de yogur griego de straciatella -4 yogures de 125g-
- 100 g de virutas de chocolate
- Para decorar:
- Chocolate en tableta
- Frambuesas
- Necesitarás:
- Un molde desmoldable de 20-22cm de diámetro tipo PushPan o el clásico -dto "velocidadcuchara"-
- Peladores BRA® - dto "velocidadcuchara"-
- Para la base de galletas: Pon las galletas en el vaso y trocea 10 segundos en velocidad 5-10.
- Incorpora la mantequilla a temperatura ambiente y el cacao y mezcla 2 minutos, 50ºC, velocidad 3. Vierte en un molde forrado y aplasta la galleta con la ayuda de una cuchara. Mete en la nevera para que endurezca.
- Para el relleno de straciatella:
- Pon a hidratar las hojas de gelatina en agua 10-15 minutos. Mientras en un cazo, templa -calienta ligeramente- los 100 g de leche. Cuando la gelatina esté hidratada, añádela a la leche y remueve con un tenedor hasta que veas que se ha quedado totalmente disuelta. Deje que se vaya atemperando.
- Pon la mariposa en las cuchillas, vierte la nata y el azúcar y programa velocidad 3 y medio sin tiempo sin llegar a montar del todo
- Incorpora los 4 yogures griegso de straciatella y mezcla 8 segundos en velocidad 3.
- Añade la leche y mezcla 8 segundos en velocidad 3. Retira la mariposa de las cuchillas.
- Incorpora la virutas de chocolate, mezcla con la espátula y vierte la mezcla sobre la base de galletas. Deja enfriar al menos 4 horas en la nevera.
- Antes de servir, con un pelador rallado, ralla chocolate por encima y decora con frambuesas. Listo.
También puedes hacerle cobertura de chocolate con 150 g de nata para montar, 200g de chocolate fondant y 40 g de mantequilla. Calienta la nata 4 minutos, 100ºC, velocidad 1. Añade a la nata caliente el chocolate troceado junto con la mantequilla. Mezcla 1 minuto en velocidad 4, comprueba que está totalmente fundido y vierte sobre tu tarta. Deja enfriar en la nevera.