¡¡¡Ya estamos de vuelta!!! No voy a contaros que tengo unas ganas locas de volver a la rutina porque os mentiría. Supongo que estamos todos igual pero estoy segura que si faltara el trabajo, la cabeza nos pediría otra cosa. No me quejo y pido disculpas por mis malos pensamientos en la vuelta de septiembre :D.
Este verano hemos tenido unas vacaciones de lo más relajadas y tranquilas. Estábamos tan cansados que hemos hecho poca cosa. Una semana en Galicia en una casita donde Camilo se ha tirado al agua como un experto nadador mientras Clara ejercía de señorona en la tumbona. Ellos se lo han pasado bomba. El resto del tiempo hemos estado en la sierra de Madrid, disfrutando de la lectura en la hamaca -el mejor invento de la humanidad-, de las series de Neftlix y de los paseos a la luz de la luna para disfrutar del fresco. He pintado paredes, la caseta de la terraza, he barnizado las ventanas, y le he sacado partido al taladro colgando todos los cuadros con debe ser y no con esos inventos cuelga-fácil… No me he aburrido nada… ahora, los fogones ni los he tocado. Javi ha cocinado todo el verano y diré que mal no lo hace porque creo que los dos volvemos con algo de sobrepeso estival.
Móviles apagados y el silencio. Este año he disfrutado con la lectura gracias a la “Trilogía del Baztán” de Dolores Redondo. Me enganchan las novelas de intriga y esta reúne muchas condiciones que me han hecho disfrutar: es un libro de intriga, su protagonista es una mujer inteligente inspectora de homicidios, la trama se produce en nuestro país y en nuestros montes y está conectada de forma soberbia a través de los tres libros. No os cuento más para no desvelaros nada… prefiero que el resto lo vayáis descubriendo vosotros mismos. Es adictiva.
La Trilogía del Baztán la forman: “El guardián invisible” del que se estrena película en Marzo de 2017, “Legado en los huesos” y “Ofrenda a la tormenta”. Estoy deseando ver la primera entrega de la película.
Vamos a comenzar la temporada endulzándonos la vida. ¡Bienvenidos a todos! Voy a pasar listaaaaa!!!
- 4 manzanas Reineta o Golden
- 280 gr de azúcar blanquilla
- 1 limón pequeño
- ½ vaso de Cointreau
- 4 huevos medianos -separadas yemas y claras-
- 150 gr de aceite de oliva virgen extra "arberquina" -sabor menos fuerte-
- 2 cucharadas de leche
- 150 gr de harina de trigo
- 1 cucharadita de levadura Royal®
- Unos trocitos de mantequilla
- 2 cucharadas de azúcar avainillado
- Para decorar y dar brillo:
- Mermelada de melocotón
- Para preparar las manzanas, lávalas y pélalas. Córtalas como para hacer tortilla española. Ve colocándolas en un cuenco y vierte por encima el zumo de limón -para que no oxiden- y 3-4 cucharadas del azúcar junto con el medio vaso de Cointreau. Mezcla y reserva.
- Precalienta el horno a 180º, calor arriba y abajo. En el vaso de la Thermomix® vierte las claras y móntalas a punto de nieve programando 4 minutos, 37º, velocidad 3 y medio. Reservarlas en un bol.
- Vierte en el vaso sin lavar, las yemas, el azúcar restante, el aceite y las 2 cucharadas de leche y mezcla 3 minutos a velocidad 3. Incorpora la harina -si la tamizadas el resultado es más esponjoso- y la levadura, mezcla unos segundos en velocidad 3 y el resto incorpóralo con la espátula. La mezcla queda espesa pero ahora la aligeraremos con las claras de huevo montadas que tenemos reservadas.
- Para esta masa a un cuenco e incorpora ⅓ de las claras de huevo con movimientos envolventes, ve integrando el resto de las claras poco a poco evitando que se bajen demasiado. Reserva. Ya tenemos la masa lista. Ahora escurre las manzanas. Ayúdete de un escurridor y un bol.
- Prepara el molde de hornear. Una los bordes con mantequilla o forra con papel de horno o spray desmoldante.Vierte dentro la mitad de la masa y extiéndela, incorpora parte de las manzanas dejando algunas para la superficie -elige los trozos más bonitos-. Vierte la otra mitad de la masa y extiéndela y termina decorando con el resto de las manzanas. Coloca unos trozos de mantequilla sobre la tarta rústica de manzana y espolvorea con el azúcar avainillado. Hornea 1 hora a 180ºC con calor arriba y abajo. Como es bastante tiempo, vigila que no se tueste en exceso la parte superior, si fuese así y para evitarlo, puedes cubrir la tarta con papel de aluminio.
- Desmolda templada y pincela con mermelada de melocotón diluida con un poco de agua y caliente para que sea más sencillo pintarla. Ahora a esperar para probarla.