Os váis a chupar los dedos con esta receta. Llevo un tiempo haciendo esta salsa de tomate -que ya es mi preferida- y envasándola en tarros que compro en Juvasa.comque ya sabéis que salen mucho mejor de precio que los de cualquier super. Lo único es que tenéis que comprar entre varios porque a lo mejor para una persona son demasiados -depende de lo queenvaséis al vacío-.
Esta salsa la uso para todo, para pastas con un poco de atún añadido, para cubrir la base de mis pizzas de los viernes con este pomodoro, para preparar con pescado, albóndigas… Más de litro y medio de salsa da para bastante :)
Esta receta de salsa pomodoro es deliciosa, podéis ver su versión tradicional en “La cocina Italiana de Jamie Oliver”. Sale de lujo y les gusta a todos, os lo puedo asegurar, además de que también es fácil de hacer.
Muy importante. Si queréis una salsa caldosa, echar los tomates de lata con todo el jugo que la acompaña, si os gusta menos caldosa, usad el jugo solo de una lata y reservar el del otro por si queréis luego añadir un poco, y si os gusta sin casi caldo, retirad el jugo de ambas latas.
- 50 g aceite de oliva virgen extra
- 150 g de cebolla en cuartos
- 3 dientes de ajo
- ½ cubilete de orégano seco o más
- 2 botes de 800 g de tomate entero pelado de lata cada uno (1600gr)
- sal y pimienta al gusto
- Azúcar (un par de cucharadas) opcional
- Pon la cebolla y los ajos junto con el aceite en el vaso y trocea 4 segundos en velocidad 4.
- Sofríe durante 10 minutos, Varoma, velocidad 1, sin cubilete.
- Agrega el orégano, tomates, sal y pimienta y programa 20 minutos, Varoma, velocidad 1, retira el cubilete y pon el cestillo sobre la tapadera.
- Acaba con 5 minutos más, Varoma en velocidad 2 con el cestillo sobre la tapadera. Así trocearemos un poco el tomate entero sin triturarlo, para que no nos quede una pasta que nada tendría que ver con la salsa que queremos preparar. Rectifica el punto de sal y pimienta. Listo para meter en botes esterilizados previamente y pasteurizar en agua hirviendo durante unos 30 minutos.
- Mi orégano ha llegado directamente de Roma, del Campo de Fiori. Usad el mejor que tengáis porque el sabor que le da es genial y no escatiméis. Si te resulta un poco ácida, puedes agregarle un poco de azúcar.